Reiki
La práctica de Reiki implica que un practicante coloque sus manos suavemente sobre o cerca del cuerpo del receptor, con la intención de canalizar energía curativa a través de ellas. Se cree que esta energía fluye a través del practicante hacia el receptor, ayudando a desbloquear y equilibrar los centros de energía del cuerpo, conocidos como chakras, y a restaurar el flujo armonioso de energía vital.
Durante una sesión de Reiki, el receptor generalmente se acuesta completamente vestido en una mesa de masaje o silla, mientras que el practicante coloca sus manos en varias posiciones alrededor del cuerpo del receptor, centrándose en áreas específicas que pueden necesitar atención.
Los beneficios reportados del Reiki incluyen:
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Reducción del estrés, la ansiedad y la tensión.
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Alivio del dolor y la incomodidad.
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Mejora del estado de ánimo y la sensación general de bienestar.
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Estimulación del sistema inmunológico y aceleración del proceso de curación.
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Mayor claridad mental y capacidad de concentración.
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Promoción de la relajación profunda y el equilibrio emocional.
Reiki es una forma de terapia de sanación que se basa en la creencia en la capacidad de canalizar energía vital universal para promover el equilibrio, la armonía y la sanación en el cuerpo, la mente y el espíritu. La palabra "Reiki" proviene de dos palabras japonesas: "rei", que significa "energía universal", y "ki" (o "qi" en chino), que significa "energía vital". Por lo tanto, Reiki se puede traducir aproximadamente como "energía vital universal".