Focusing
El Focusing es una técnica terapéutica desarrollada por el psicoterapeuta estadounidense Eugene Gendlin en la década de 1960. Se basa en la idea de que nuestro cuerpo y nuestra mente tienen información implícita sobre nuestras experiencias y problemas emocionales, y que podemos acceder a esta información a través de una atención cuidadosa y enfocada en nuestras sensaciones físicas.
La premisa fundamental del Focusing es que nuestro cuerpo puede proporcionar pistas sobre nuestras emociones y experiencias internas antes de que seamos conscientes de ellas de manera explícita. Al sintonizar con las sensaciones físicas y prestarles atención, podemos acceder a una especie de "sabiduría corporal" que puede ayudarnos a comprender mejor nuestros problemas y encontrar soluciones.
Algunos principios y técnicas clave en el Focusing incluyen:
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Atención centrada en el cuerpo: El proceso de Focusing comienza con la atención a las sensaciones físicas que surgen en el cuerpo, especialmente en el área del abdomen, el pecho y la garganta. Estas sensaciones pueden ser experimentadas como tensiones, presiones, flujos o movimientos sutiles.
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Escucha empática: Una vez que se han identificado estas sensaciones físicas, el individuo las explora con una actitud de apertura, aceptación y curiosidad. Esto implica escuchar de manera empática y sin juicio lo que estas sensaciones tienen que decir sobre las experiencias y emociones subyacentes.
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Palabras de resonancia: Durante el proceso de Focusing, el individuo intenta encontrar palabras o frases que capturen con precisión la calidad o el significado de las sensaciones físicas que está experimentando. Estas palabras de resonancia pueden ayudar a profundizar en la experiencia y aclarar lo que está sucediendo internamente.
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Cambio y transformación: Al prestar atención a las sensaciones físicas y permitir que surjan y se expresen, el individuo puede experimentar cambios y transformaciones en su estado emocional, así como una mayor claridad y comprensión de sus problemas.
El Focusing se utiliza tanto en la terapia individual como en la autoexploración personal. Puede ser útil para una amplia gama de problemas emocionales, incluyendo la ansiedad, la depresión, el estrés, los traumas pasados y las dificultades interpersonales. Además, se ha integrado en enfoques terapéuticos como la terapia centrada en la persona y la terapia experiencial.